Guillermo Del Zotto está realizando unas notas para
el Diario El Popular de la ciudad de Olavarría. Se trata de hacer un retrato de
uno mismo.
La idea me resulta interesante aunque no suelo escribir
respondiendo a consignas. Por estos días
estoy abocada a la composición y corrección del material que forma parte de mi
próximo libro, especie de ensayo poético filosófico. Guillermo sugiere que revise ese material y posiblemente encuentre autoreferencias y descripciones de mí misma. Y claramente encontré varios fragmentos. Con la ayuda de Holly Brown seleccione uno y después de la cena compartida regrese a casa. La caminata nocturna por la espesura de la yunga, el aroma de los cítricos y las flores de floripondio, la brisa, el crujir de las hojas abrieron mi percepción y la inspiración broto nuevamente.
Escribir a veces se asemeja al momento de subir al
matt de Yoga y sentir el flow. Los extractos
se ordenan por sí mismos y la estructura aparece. Otras veces entreno horas y
horas en compañía del silencio o luego de expresar ciertas resistencias
finalmente acepto que la experiencia de hoy es diferente a la de ayer-
Para el diario El Popular seleccione una fotografía tomada por
Emilia Ordoñez hace algunos años.
Dos opciones de Sadhana.
Y lo del diario:
Y lo del diario:
He atravesado las
cortinas blancas[1],
he dado el salto de mí al alba[2], y he franqueado
el abismo que me separa de mí misma. Extraña contradicción. La otra orilla se
atraviesa. Canto, danzo, entierro muertos y muertes, deseos y vicios, purifico
al cuerpo de la razón y de automatismos profanos. Escribir un retrato cuando letra
y palabra supuran momentos de verdad, donde el canto de los pájaros y el
silencio priman, donde el verde es vientre y la saga infinito. Es la casa
jaguar donde hoy es ayer, y la figuración abstracción. Vi su rostro y la caída
de las máscaras. La mirada iluminada y un esbozo de ternura liberan a la mujer.
Posiblemente estoy
como Clarice en un estado muy nuevo y verdadero, curioso de sí mismo. Tan
atractivo y personal que no puedo pintarlo o escribirlo.[3]
Aún así intento
moldearme de esta materia primitiva, aún, cuando la caída y el vacio primen, el
intento se conserva, la piel se renueva, crecen escamas sobre el follaje de lo
siniestro, el ser se revela en lo mínimo y el intento florece impulsos
Ser todo y ser nada.
Langostas rojas quiebran ojos yacientes. Persiste la gama purpura. Danzo sobre
el hueco que redimensiona al paisaje.
Esferas azules en la
matriz de un soñador despejan cielos obturados de erotismo.
Alivio
Respiro en la zona contigua
Florece la orquídea y el
leopardo se aleja. Ser todo y ser nada